Me apetece mucho compartir un pequeño secreto contigo. Se trata de algo muy sencillo que no requiere ninguna habilidad especial, tan sólo un poco de constancia y paciencia.
Pero antes te pondré en antecedentes.
Imagínate que tú y yo quedamos con unos amigos en común para salir de noche. Tomamos algo en un bar y lo pasamos bien charlando sobre proyectos imposibles, así que se nos hace tarde pero igualmente nos animamos a continuar la fiesta.
Llegamos sobre las tres y media de la noche a la discoteca y nos encontramos una cola kilométrica: no menos de 20 minutos de espera. Te desanimas un poco. Entonces ves que me acerco al portero, le comento algo y acto seguido me giro y os hago un gesto para que os acerquéis.
–Pasad por aquí– os digo mientras señalo directamente la puerta de la discoteca. Os sigo detrás y alcanzas a oír cómo se lo agradezco al portero: –Gracias otra vez, Nacho–.
En otras ocasiones te das cuenta de que ni siquiera es necesario que hable. Al llegar a la cola, cuando el portero me ve, directamente hace la señal para que pasemos. A veces pregunta que cuántos somos, pero el desenlace siempre es el mismo. Entramos.
Quizás te entre la curiosidad y me preguntes si el portero es un antiguo amigo mío, si tengo algo que ver con la propiedad de la discoteca o si es que mi novia es la hija del dueño. –Nada más lejos de la realidad– te respondo. –Conocí al portero hace dos meses–. –Entonces– preguntas –¿Cómo es que te deja entrar sin hacer cola ni pagar?
Escuchar es el pilar de las habilidades sociales
La clave, mi querido amigo, tan sólo es caerle bien al portero. Nada más. Pero ¿cómo se hace para conseguirlo en un tiempo récord?
Quizás la sencillez de la respuesta te sepa a poco, pero el secreto no es otro que escuchar. Todo el mundo tiene una historia por contar, pero en este caso su trabajo atendiendo a clientes no les suele dar mucho pie. Por eso, para ellos es una bendición de vez en cuando encontrar un cliente que en lugar de hablar, escucha.
- Caerle bien al portero o camarero te aportará varios beneficios: no harás cola cuando haya mucha gente, en ocasiones podrás pasar sin pagar y marcarte un tanto con tus amigos (no abuses), te aseguras de que si hay algún problema siempre estará de tu lado y sobretodo y lo más importante, tendrás un amigo más.
Tener más amigos siempre es bueno
El último ejemplo lo tuve cuando fui hace poco al concierto de 30 Seconds To Mars.
Había quedado con un amigo en la cola y al llegar (con el tiempo justo, como casi siempre) comprobé con pavor que en la hilera de gente habría no menos de 2.500 personas. Y lo peor es que yo todavía tenía que ir a la taquilla a por las entradas.
Mientras las recogía y pensaba en la media hora de cola que iba a tener que soportar, noté unos golpecitos en el hombro. Me giré y vi que era mi amigo Buba.
Buba es un senegalés de casi dos metros de alto por dos de ancho. No exagero si digo que debe pesar 130 kilos. Sus manos son grandes como sartenes y tiene músculos hasta en los dedos. Es aficionado a la lucha grecorromana y trabaja en la seguridad de discotecas y eventos en Barcelona. Es un gran tipo, afable y sonriente, pero desde luego no querrías vértelas con él en una pelea.
Buba estaba esa noche trabajando en el concierto y controlaba el acceso principal.–Cuando venga tu amigo no hagas la cola y pasa por aquí– me dijo. Fue un gran concierto.
Cómo caerle bien a un portero de discoteca
No se trata de manipular. Honestamente, Buba me cae genial. Y la primera vez que me hice amigo de un camarero o encargado de seguridad fue porque no tenía ninguna pretensión. Tan sólo me puse a charlar con él y nos caímos bien. Si lo haces, que sea por conocer a alguien nuevo, no por el mero hecho de entrar gratis a los sitios o se te verá el plumero. La gente no es tonta.
En cualquier caso, la forma en que lo he conseguido casi siempre es la misma. Es simple pero requiere tiempo:
- Es importante que vayas pronto. Y digo realmente pronto. Sobre las 12 de la noche, cuando no haya casi nadie. Lógicamente, un sábado a las 4 de la madrugada y con el local lleno pocas ganas y tiempo tendrá para hablar contigo.
- Haz las típicas preguntas para abrir una convesación. Cuando llegues, saluda al portero y pregúntale lo que querrías saber si nunca has estado allí: si a esa hora ya hay gente, a qué hora suele llenarse, qué tipo de música ponen, etc.
- Pregunta su nombre y da el tuyo. Y aquí llega el punto más importante. En cuanto termine de responderte, le das las gracias y antes de entrar te despides dándole tu nombre y preguntando el suyo. “Me voy con los amigos. Encantado, yo soy Pau, ¿tú eres…?” No olvides como se llama.
Y ya está.
Hay mucha gente que a veces cruza un par de palabras con los porteros, pero lo que no suele hacer es decir cómo se llama y preguntar su nombre. Cuando alguien sabe cómo te llamas y que conoces su nombre, dejas de ser un tipo que a veces viene y le saluda y pasas a ser Pau, que a veces viene y le saluda. Ya no eres un desconocido.
A partir de ahí, y durante las próximas semanas, intenta llegar un poco pronto y dirígete a él por su nombre. Dile que te gustó el sitio y empieza a interesarte por él con preguntas cómo “¿Llevas mucho tiempo trabajando aquí?”, “¿Y entre semana a qué te dedicas?”, etc. Intenta ser divertido y animado.
También puedes aprovechar las veces que salgas a darte un respiro para volver a cruzar un par de frases. Pero no le agobies contándole tu vida. El trabajo de un portero implica lidiar a menudo con gente pesada. Lo último que quiere es aguantar a otro pesado, así que deja que sea él el que hable. Símplemente escúchale. La gente quiere que le escuchen.
Consigue que te deje entrar sin pagar
Con esto, quizás ocurra que un día llegues tarde a la discoteca por cualquier motivo. Supón que después de celebrar el cumpleaños de un amigo os dan las 4 de la noche y os encontráis con una cola espantosa. Es el momento de la verdad, de pedir el favor, pero recuerda que siempre debes justificar por qué lo pides.
Con esto quiero decirte que en lugar de acercarte y decirle simplemente “Oye, ¿nos dejas pasar?” le des un motivo: “Se nos ha hecho muy tarde y no sabíamos que habría tanta cola… Nos harías un favor si hoy nos dejaras pasar.”
A mí nunca me ha fallado. Como mucho quizás en alguna ocasión me han dicho “Vale, pero hoy tenéis que pagar que el jefe anda cerca”. Y sigo teniendo un amigo más.
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rafa dice
Pau, me encantan tus artículos. Sencillos y directos. En general, me da la sensación de que nos enfocamos en ligar, seducir….y nos olvidamos de hacer amig@s por el mero placer de hacerlo.
Últimamente he estado leyendo «Cómo ganar amigos e influir en las personas» y me he dado cuenta de que cometo muchos fallos a la hora de interesarme por los demás. Y tu artículo ha sido otro toque de atención 😉
Pau Navarro dice
Gracias Rafa, me alegro mucho de que te haya gustado. Te estás leyendo un libro muy bueno. Para mí todo se puede resumir en que si quieres ponerte más fácil hacer amigos, interésate de forma honesta y escúchales más de lo que hables. Además sirve para aprender cosas 😉
Un abrazo
Alita de pollo dice
Estoy seguro de que usaste este truco aquel día de la quedada de vivir al máximo que entramos Angel, Laia,tu y yo a Plataforma, y aquel hombre de la barra que nos guardó los chaquetas, todo mediante tus habilidades sociales 😉
Lo de aprenderse el nombre es algo elemental y que tiene un poder enorme con la gente, es una diferencia abismal el saberse su nombre y no saberlo, como bien dices crea una sensación de proximidad.
Pau Navarro dice
Jajaja pues un poco sí 😉 Tan importante es ser colega del portero como del camarero, ¡o más!
100% con lo que dices de aprenderse el nombre. De hecho tengo varias anécdotas curiosas y casi ridículas con eso que iré contando.
¡Esa fiesta tiene que repetirse!
Laia dice
¡Justo eso estaba yo pensando! 😉
Caro chan dice
Si, si, siii!! Yo creo también que la clave es ir sin pretensiones, yo aprovecho que mis amigas salen a fumar (cosa que odio a muerte) así que hablo con los chicos de la puerta, supongo que para una chica es más fácil ya que algunos nos ven como la «presa» de esa noche, pero así entro en todos lados sin colas, me consiguen alguna botella de agua y me guardan las cosas…Si es que la gente es amor, solo hay que creerlo para verlo! sin decir que como he trabajado 3 años en una tienda de productos afroamericanos me conozco a todos los senegaleses de la noche…jujujuju
Me ha gustado mucho el post, y ahora me voy con lo dientes largos por Alita, Laia y tú habéis estado de fiesta sin mi…injuticiaaaaa!!! jajajaja
Chu!!
Alita de pollo dice
Cuando vuelvas por aquí ¡Repetimos!
Pau Navarro dice
Muy injusto Caro, pero te estuvimos llamando toda la noche y no viniste. Al final nos tuvimos que comer tu pastel de cumpleaños sin ti. A la próxima no puedes fallar.
Abrazo 😉
Jan dice
Muy bueno el artículo, lo de ir pronto y escuchar me lo apunto 🙂 Tu colega da un poco de miedo 😉
Pau Navarro dice
En realidad es un trozo de pan, Jan. Pero hasta el pan puede dar miedo a veces 😉
sergio dice
Hola Pau interesante como siempre, yo por mi timidez soy hombre de pocos amigos, aunque los que tengo me definen como alguien divertido, a veces soy capaz de pasarme media hora pensando cual es la frase correcta para acercarme a alguien que no conozco y hacerla una pregunta o hablarle, ¿me darias algun consejo para esa primera frase?, por ejemplo para hablar en el gym, o en mi trabajo que es en una cabina cobrando tickets?, no hablo de conocer mujeres, sino a personas en general (amistad), muchas gracias
Pau Navarro dice
Hola Sergio, disculpa el retraso en la respuesta. He estado una temporadita fuera y he perdido la cuenta de los e-mails y cosas por responder que me quedan.
Para esa primera fase de conocer personas en general te recomiendo mucho este post sobre cómo acercarse a hablar con alguien.
Si no quieres ser tan directo (aunque suele dar excelentes resultados), existe otra fórmula bastante sencilla. Estos son los pasos:
-Sonreir
-Hacer alguna pregunta o comentario para situar a la otra persona en un estado positivo, como «Hola, ¿qué tal?» o un simple «Buenos días» (más información en el principio de coherencia)
-Hacer algún comentario o pregunta indirecta que obligue a la otra persona a contestar: «Esa camisa te queda genial, ¿te puedo preguntar dónde la has comprado?»
-Continuar la conversación presentándote y preguntar su nombre
-Volver a saludarla cuando os encontréis de nuevo
Poco a poco irés cogiendo confianza, y así se forjan las amistades. En breve haré un artículo extenso sobre esto.
Un abrazo
Andrea dice
Me gustó tu dato de entablar la conversación con un portero.
Soy de Chile y te cuento lo que hice una vez…
estaba con 3 amigas app. 3 am y obviamente las listas de entrada ya no servían y había que pagar mucho para entrar (sin rebaja estudiantil ). De ninguna manera nos dejó entrar pagando menos dinero, hasta qué le dije:
– » Mira, somos 3 chicas, son las 3 am»
– (el con los brazos cruzados serio)
– dentro deben haber muchos hombres y pocas mujeres .. solo queremos bailar un rato y entretenernos! »
– continua serio…
– van a cerrar la discotec a las 4.30, muchos hombres están sin bailar !
– sonríe y dice «ok 3 euros ( 2000 pesos chilenos app. precio estudiantil)
Lamento decir que no bailamos con hombres porque fue noche de chicas jeje!
Saludos.
Pau Navarro dice
Muchas gracias por compartir tu experiencia Andrea, me has provocado una sonrisa casi tan grande como la que le debiste arrancar al portero 😉
¡Un saludo!
Alejandra dice
Hola Pau, recién descubrí tu blog y quiero decirte que me he llevado gratas sorpresas en cada uno de los artículos que he leído. Soy un tanto reservada y obviamente de pocos amigos, pero llega un punto en la vida donde te das cuenta que es necesario ampliar el círculo social, gran problema para alguien como yo. Gracias a todos los consejos que has puesto aquí, me siento un poco más confiada para llegar a entablar conversación con quien esté a mi lado en los vestidores del gym por ejemplo.
Solo una duda, como haces para, siendo una chica, no parecer que quieres ligar al bar tender o al tipo que controla la entrada en una discoteca, porque creo que la mayoría toma a una mujer que es amable como una chica coqueta y quieren pasarse de listos.
Pd. Gracias por este blog, está buenísimo 🙂